sábado, 14 de diciembre de 2013

Civilización Botánica I

Gustav Nartens recibió esta carta de un informante anónimo.

"La primera vez que oí hablar de eso fue en una terraza  de un café de Roma. Yo solía almorzar allí porque era una plaza tranquila donde podía observar el desarrollo de una enredadera que serpenteaba sobre el Palazzo di Borisi. Además el chapoteo de la fuente me sosegaba y podía concentrarme en mis pensamientos. Pero aquella pareja se inmiscuyó en mi contemplación. Su conversación ocurría tras de mi y por el tono parecían muy agitados. No recuerdo exactamente en qué idioma hablaban, el caso es que captaron mi atención por completo.
Una civilización de plantas previa a la que conocemos procedente de otro planeta?
¡Claro que sonaba a ciencia ficción!

La segunda vez que topé con ese tema fue semanas después en otra furtiva escucha, esta vez en un tren. Me dirigía precisamente a consultar unas dudas que me habían surgido a raíz de aquella mañana en Roma. Iba a encontrarme con un profesor de Biomecánica y catedrático de Historia de la Biología en Princeton.
Esta vez las tres personas sentadas en frente la una de la otra parecían más tranquilas, incluso podría decir que eran frías por su expresión. Seguro que mi disimulada observación fue juzgada como un descarado interés por lo ajeno por alguien que me estuviera observando a mi. El caso es que una de aquellas personas mostraba gráficos y fotos en su portátil a los demás.
Activando mi maquinaria de prejuicios y preconceptos empecé a suponer que eran científicos o investigadores. Sus expresiones faciales eran rígidas y minúsculas. No les podía escuchar bien porque hablaban bajito pero pude leer el título de uno de los gráficos que decía:

"Botanical invasion increased"

Estuve buscando en internet información pero parece haber sido borrada, nublada o redirigidas. Mi buen amigo y conspiranoico A. E. cree que el gobierno está metido  en ello y que deberíamos marcharnos lo antes posible.
                                                              
Mi visita a Princeton fue breve. El profesor C.C.Baxter me recibió algo nervioso aunque al ver que yo no pertenecía a ningún servicio secreto cambió la expresión y con una sutil mueca confesó que "la botánica alienígena" es conocida  y aceptada en un círculo reducido de científicos e investigadores subvencionados por fondos "anónimos" de los cuales no quiso hablar, y que no ha trascendido a la voz pública por cuestiones de "practicidad políltica".

El profesor no quiso extenderse cuando le pregunté sobre cuándo, cómo y dónde...
Acabé aquella tarde en un parque a la salida del Campus contemplando la llegada del otoño con sus infinitos matices y preguntándome sobre la existencia de tal civilización de plantas y otras preguntas que me rondaban la cabeza.

La tercera y definitiva referencia explícita fue la pieza musical de una grupo hispano-alemán llamado Anhela. Sé que usted tiene contacto con la cúpula de dicho grupo. Creo que deberíamos encontrarnos urgentemente. "



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